Hasta el 18 de febrero de 1983, hubo un dólar a Bs 4,30 (de los de antes) para todo el mundo. Desde esa fecha, se estableció un control cambiario que fomentó la corrupción: un dólar barato a Bs 4,30 para "bienes esenciales" y otro para viajeros que arrancó a Bs 7,50 y se fue devaluando. Para el 16 de febrero de 2023, 40 años después, un dólar paralelo equivale a 2.500.000.000.000.000 de aquellos bolívares (2.500 billones, créelo o no)
En la historia contemporánea de Venezuela, el "Viernes Negro" (18 de febrero de 1983) es un trauma económico y psicológico. Ese día, el Estado venezolano ya no pudo mantener más un dólar para todo el mundo a Bs 4,30 (de los de antes). La fecha, de la que se cumplen 40 años este sábado, marca el inicio de una era de inestabilidad cambiaria que perdura hasta hoy: pérdida de confianza en el bolívar y medidas gubernamentales que, al parecer, han acelerado la hemorragia. Hablamos con el economista y profesor Daniel Lahoud:
P. ¿El gobierno de Luis Herrera Campins (1979-1984) fue responsable central de la debacle o heredó otras tantas políticas económicas previas y erróneas?
R: Sin excusar a LHC, los culpables son muchos. Lo primero fue la creación del Banco Central, algo que debido al pago total de la deuda externa e interna por (Juan Vicente) Gómez en 1930 era absolutamente innecesario, por lo que (Eleazar) López Contreras e (Isaías) Medina Angarita tienen culpa
El otro es CAP, que estatizó el BCV en 1974 y comenzó a financiarse con el Banco Central, engrosó la deuda que inició Pérez Jiménez y convirtió al Gobierno en un Elefante Blanco (así le decían), es decir el dueño de todo, e incapaz de cumplir (sus) funciones regulares. ¿Por qué LHC tiene culpa? Porque el 18 de febrero de 1983 se congeló el mercado cambiario y se dio una tregua el gobierno para decidir. El ministro de Hacienda, Arturo Sosa Fernández (nota: es el padre de Arturo Sosa Abascal, líder de los jesuitas), propuso establecer un Control de Cambios y Leopoldo Díaz Bruzual ("El Búfalo", 1929-2008) propuso devaluar linealmente y seguir adelante. La mejor alternativa era la del Búfalo, pero no era políticamente aceptable. Ahí podía darse un primer hito de equivocación posterior al Viernes Negro.
Daniel Lahoud, economista egresado de la UCAB y ganador del premio Blinking Lights por parte de la Fundación para la Educación Económica (FEE)
«Te tengo una mala noticia: el único período en el que hubo algo cercano (no totalmente) al liberalismo fue el de Páez y Soublette (1830-1846)»
P: Desde 1983 hasta hoy no hay respuesta al galimatías cambiario. ¿Por qué no se ha podido restablecer la confianza en el bolívar tras 40 años, sino todo lo contrario?
R: Lo mejor es la libertad. Por eso digo que "El Búfalo" tenía razón, aunque también tiene parte de culpa, porque él mismo impulsaba la salida de los dólares de las reservas como medida antinflacionaria.
Cuando el bolívar era fuerte (1879-1973), los mismos venezolanos desconfiaban, y compraban dólares para respaldarse. Eso que preguntas tiene mucho que ver con lo que ocurrió a partir de la estatización del BCV.
En la época de Carlos Andrés Pérez (primer gobierno, 1974-1979) hasta los primeros 4 años de Luis Herrera, el BCV era el financiador del fisco por emisión, desde 1983 se convirtió en el financiador del fisco por emisión y devaluación. Eso fue minando la fortaleza que el bolívar tenía, hasta que llegamos al gobierno de Chávez y Maduro, en el que eso se llevó a niveles extremos.
Hoy, nadie (creo) confía en el bolívar y creo que, si cambian a otra moneda, tampoco consiguen levantar la confianza. Todos, desde CAP I hasta hoy, conspiraron para acabar por completo con la demanda (deseo de tener) del bolívar. Este país desde 2020 está totalmente dolarizado, a la espera que sus políticos lo reconozcan.
P: ¿En los gobiernos venezolanos desde 1983 ha predominado el miedo a la libertad económica?
R: Te tengo una mala noticia: el único período en el que hubo algo cercano (no totalmente) al liberalismo fue el de Páez y Soublette (1830-1846).
Los gobiernos venezolanos —y los venezolanos en general— le tienen mucho miedo a la libertad. Recuerdo cuando estudiaba Economía: mis profesores se referían a la libertad como una utopía. Cuando la utopía, de verdad, es la igualdad y que los gobiernos puedan sustituir al mercado. Eso es como Hayek decía: "la fatal arrogancia". Venezuela ha demostrado hasta la saciedad que el gobierno no puede controlar al mercado y que todo, todo, todo, fracasará rotundamente, hasta que bajen la cabeza y reconozcan su propia incapacidad.
Y estoy hablando de todos, desde Monagas hasta Maduro, pasando por el segundo gobierno de CAP, al cual todos elogian, por la misma "fatal arrogancia".
P: En síntesis, el gobierno de Luis Herrera no pudo seguir sosteniendo un tipo fijo universal de 4,30. ¿Había otra medida posible aparte de la que al final se tomó?
R: Venezuela debió —y ahora no podemos llorar sobre la leche derramada— haber devaluado linealmente a Bs. 6 como dijo "El Búfalo" y comenzar un proceso de reducción del tamaño del gobierno.
El gobierno de CAP I era inviable, el de LHC era inviable, el gobierno actual es inviable. Tienen que reconocer, privatizar, reducirse, reducir impuestos, reducir aranceles, abrirse a la inversión extranjera, liquidar PDVSA, etc.,etc.,etc.
Si no lo hacen, en cinco, seis o siete años volverán a tener colapso y declararán moratoria de la deuda y pedirán ayuda al FMI para seguir endeudando a Venezuela y para volver a una situación que funcionara por un par de años, pero que tiene como resultado tantos viernes negros como planes de reconstrucción hagan.
Ojo, no es pesimismo es realismo. ¿habrá en Venezuela políticos ilusos o realistas? No lo sé, sólo espero que algún día aprendan.
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